Cuando Michael Myers tenía seis años, apuñaló a su hermana hasta la muerte. Durante muchos años fue encerrado en el centro psiquiátrico Smiths Groves, pero logró escapar y, súbitamente, Halloween se convirtió en un sinónimo de locura. Uno a uno, cada miembro de su familia fue asesinado hasta que sólo quedó Jamie Lloyd, su sobrina de nueve años. En Haddonfield, la noche de Halloween no es una fiesta cualquiera porque siempre durante dicha celebración, Michael decide visitar su pueblo natal con un único objetivo; el asesinato premeditado. Ya han pasado seis años desde que Michael muriera, presumiblemente, consumido por las llamas. Haddonfield, por fin, puede celebrar Halloween… pero Michael Myers también está listo para la fiesta.