Jörg Geissner trabaja para un banco alemán que va a financiar la construcción de un hospital y una planta energética en Paladiki, una pequeña isla griega. El banco, ante las dudas y recelos que le genera todo lo relacionado con Grecia y los griegos, envía a Jörg a controlar sus inversiones. Éste, al llegar a su destino, se da cuenta que no hay nada construido. Lo que para Jörg comienza como un terrible viaje a un lugar remoto donde todo son problemas y malas noticias, con el paso de los días y el contacto con los habitantes de Paladiki Jörg cambiará su opinión sobre Grecia y los griegos.