Cuando Iris conoce a Renata, entre los monoblocks de Las Mil viviendas, siente una atracción inexplicable. La nueva presencia de Renata incomoda y los prejuicios se esparcen. Ante la hostilidad, ellas y su pequeño grupo de amigos serán la resistencia queer, haciendo que esas arquitecturas derruidas se vuelvan tan cómplices como riesgosas y que sus encuentros sean luz en la noche barrial.