Mollie (Kirstie Alley) se ha quedado embarazada de un hombre casado. Entonces decide criar sola a su hijo y buscar para él un padre perfecto. Pero el niño tiene sus propias opiniones al respecto, y no se priva de hacer todo tipo de comentarios sobre los posibles candidatos. Él quiere como padre al taxista (John Travolta) que le ayudó al nacer.